Manuel Rodríguez Erdoiza
Manuel Rodríguez Erdoiza nace en Santiago un día 25 de febrero de 1785 hijo de Carlos Rodríguez de Herrera y María Loreto Erdoiza Aguirre.
Estudió en el Colegio San Carlos y después en la Universidad de San Felipe, recibiendo el título de abogado.
En el año 1811 fue procurador de Santiago y posteriormente fue diputado, secretario de guerra, secretario de gobierno y Ministro de Hacienda.
Emigró a Mendoza después del desastre de Rancagua colaborando con la causa de la Independencia.
Después de la Batalla de Chacabuco O'Higgins lo nombró Comandante General de Armas de San Fernando.
Cuando O'Higgins le pidió entregar el cargo a Rodríguez este se negó, pidiéndole que se alejara del país, ofreciéndole una misión diplomática en Estados Unidos. Tras la negativa de Rodríguez, fue puesto en prisión, donde se fugó, pidiendo la protección de San Martín, quien le confiere el grado de Teniente Coronel y la destinación como Auxiliar del Estado Mayor.
El 15 de diciembre de 1817 fue nombrado Auditor de Guerra por San Martín.
En 1818 ocurre el desastre de Cancha Rayada, donde los españoles casi aniquilaron al ejército patriota. En esa oportunidad Manuel Rodríguez demostró su capacidad de reacción y animó a la ciudad con su célebre frase " Aún Tenemos Patria, Ciudadanos ", formando el escuadrón Húsares de la Muerte, combatiendo al frente de ellos en la batalla de Maipú.
Después de la batalla de Maipú se disolvió es escuadrón de Húsares y Rodríguez fue nuevamente apresado por su protesta pública contra el fusilamiento de los hermanos Carrera, acusando a O'Higgins y San Martín de ser sus autores intelectuales.
El día 25 de mayo fue sacado del cuartel de San Pablo, donde se encontraba detenido, para ser enviado a Valparaíso, custodiado por el Batallón Cazadores de Los Andes, a cargo del Teniente Coronel Rudecindo Alvarado.
Al atardecer del día 26 de mayo de 1818 el batallón acampó a orillas del estero Lampa, Rodríguez fue sacado del campamento y en la Cancha del Gato, cerca de Til Til, fue muerto por un disparo hecho por el teniente Antonio Navarro.
Su cadáver fue sepultado por dos campesinos bajo el altar de la capilla de Til Til.
El 25 de mayo de 1895 los restos de Manuel Rodríguez fueron trasladados al Cementerio General de Santiago, aunque los vecinos de Til Til dicen que los restos de Rodríguez todavía reposan en la capilla de Til Til.
El teniente Navarro confesaría, en el año 1825, que el abogado Bernardo de Monteagudo le dio la orden de asesinar al patriota.